Esa es la pregunta que está en la boca de los políticos priistas en todo Quintana Roo, pero en especial en los del sur del Estado, en la Capital, en Chetumal, y que sigue???.
En eso andaban cuando les cayó como balde de agua fría, la renuncia de Manlio Fabio Beltrones a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aunque todo parecía una simulación de renuncia, ya que bajando él de la tribuna, donde nunca dijo que era con carácter de irrevocable, subieron 26 oradores a pedirle que no renuncie, que se quedara, se movieron las redes y en un #MFBnotevayas, se creó una tendencia, el presidente Enrique Peña subió a su twitter dos mensajes, reconociendo el valor y el coraje del renunciante, pero ni una palabra sobre su postura política, no pasaron ni 24 horas, cuando un comunicado del CEN del PRI, aclaraba perfectamente, que la renuncia había sido con carácter de irrevocable, que Carolina Monroy (la prima consentida), por prelación subía a la presidencia del CEN del PRI y que tenía 60 días contados de la fecha, para convocar al Consejo Político Nacional, para la elección de un nuevo presidente y como ella mismo aclaro “o presidenta” nacional del PRI, el manotazo fue directo y oportuno, se calmaron las aguas y se busca ahora quien será el que le ponga el cascabel al gato.
Ya suenan nombres y los que más destacan son el de Miguel Osorio, pero sería destape anticipado por el antecedente de Luis Donaldo Colosio Murrieta, también se menciona insistentemente a Alfonso Navarrete de todas las confianzas del presidente Peña, actual Secretario de Trabajo y Previsión Social que le saco más de una castaña del fuego cuando Enrique Peña Nieto fue gobernador del Estado de México, el problema que tiene es que es mexiquense y olería mal desde la Ciudad de México hasta Chetumal.
Mientras en Quintana Roo los priistas están a la espera de algo que les señale el camino y el rumbo de su partido para la recomposición, porque no todo es tragedia, recibieron más de 211 mil votos para la gubernatura, más de 209 mil para las presidencias municipales y más de 220 mil para las diputaciones locales, tienen el pie metido en ocho de las presidencias municipales y en 13 diputaciones o sea, no todo está podrido en Salamanca, también en teoría tiene las casi sesenta delegaciones federales donde buscaran atrincherarse y dos senadurías y tres diputaciones federales, o sea, “si hay tortillas en el lec “, pero hace falta liderazgo y después del 25 de septiembre quedaran huérfanos.