Con 42 años de vida tras un crecimiento exponencial y acelerado así como una composición heterogénea, Quintana Roo enfrenta los desafíos de un estado longevo, con muchas tareas pendientes al igual que una agenda social, política, económica y ambiental que se nos presenta con especial relevancia e incluso gran urgencia.
Fue el martes 8 de Octubre de 1974 cuando entró en vigor la reforma al artículo 43 constitucional que dio vida jurídica a Quintana Roo transitando de territorio a estado.
En su inicio tuvo siete Municipios en los que había que formar instituciones, construir infraestructura y sobre todo integrar a la sociedad. Ahora son once pujantes Municipios en nuestro estado, que ocupa un lugar estratégico para el turismo en México y es sitio de gran afluencia migratoria nacional e internacional.
Más de cuatro décadas han pasado desde aquella transición de territorio a estado; hoy el octavo Gobernador de Quintana Roo emana de una coalición política que permitió por primera vez la alternancia en el ejecutivo estatal, pues en lo municipal ocurrió hace catorce años.
Con esto se abre la posibilidad de concretar cambios reales en la forma de gobernar y afrontar finalmente los enormes retos que hasta hoy se han evadido irresponsablemente en una sucesión de malos gobiernos que parecía interminable.
Inicia una administración que genera expectativas, pero sobre todo, que cuenta con respaldo real de los quintanarroenses y no con la indiferencia inercial de saber que será más de lo mismo.
Los ciudadanos indignados ante la gestión de gobernantes corruptos, ineficientes y cínicos, exigen transparencia y rendición de cuentas.
Los asuntos públicos son ya de interés general, se observa una mayor conciencia social, participación ciudadana y organización comunitaria.
Será labor de las autoridades entrantes promover y motivar su integración en instancias como organismos autónomos, consejos consultivos y órganos deliberativos.
Vivimos pues una nueva circunstancia para el desarrollo de nuestra entidad, un gobierno de alternancia, instituciones que deben consolidarse y una sociedad obligada a fortalecerse.
Todos en conjunto, tenemos mucho para seguir construyendo y aportando a este bello y generoso estado que hoy nos permite celebrar sus 42 años.
