Los problemas de Estados Unidos son muchos, no olvidemos que no hay viviendas seguras para la población y mucho menos después de que la burbuja inmobiliaria explotará y se colapsara su situación monetaria; hay un machismo disfrazado de equidad e igualdad, ya que haber tenido a una mujer presidenta les representaba un reto que muy pocos países pueden afrontar (Chile, Argentina, Brasil, Honduras y otros más).
Ahora se habla de que un porcentaje considerable de población latina y afroamericana no pudo votar, y que en diciembre el mismo Consejo Electoral se reunirá a decidir si la Clinton llega al poder o es un definitivo no. Lo cierto es que el país que se dice más democrático no lo es.
Existen otras maneras de ejercer las votaciones como en México por el voto directo, o en Francia y Chile, donde hay primera y segunda vuelta; en lo particular me parece que éste último sistema es el más acertado, ya que permite que los contendientes que hayan obtenido pocos votos sean eliminados, permitiendo que en la segunda vuelta los contendientes más fuertes, sean quienes realmente se disputen el poder con ello obligando con ello a que los votantes tengan que decidir al final por quien tenga la propuesta más parecida a su ideal de política.
Finalmente a México poco debería de importarle quien quede de presidente en el país vecino, pues parece que es la misma gata nada más que mas revolcada o menos revolcada; lo que sí es claro es que es un país que busca artilugios para garantizar a la clase en el poder la seguridad de continuidad obviando la decisión popular. Ahora México sólo tiene que fortalecer su economía con el código 750 para fortalecernos.