UNO: Las minas del cobre chileno fueron sobrexplotadas por los empresarios yanquis. Merced a esa megaexplotación, hubo revueltas en Chile. ¿Cómo no haberlas si los gringos fueron excesivamente despiadados y con la ayuda del ejército el movimiento de los mineros chilenos fue aplastado?
Usted podía viajar por las zonas mineras de Chile y encontrarse en pleno desierto a infelices mineros que perdieron la razón en los socavones de las minas. Los medios de comunicación los apodaron como “vagabundos locos”. Tales infelices vagaban por las dunas del desierto de ese país andino comiendo ratas y toda fauna comestible.
DOS: Un poco antes del gobierno de don Mario Trujillo (1970), la UNPC (Unión Nacional de Productores de Cacao) fue quebrada y quedó su manejo en manos del gobierno estatal.
Ya estando como gobernador del estado, don Mario, pensando en la papa caliente que tenía entre manos, regresó la quebrada empresa a los productores, le inyectó dinero y con el total apoyo de su gobierno, volvieron a producir cacao. Pero la UNPC no tenía bases empresariales, era solo una mina que financiaba a los políticos tabasqueños de esa época…
TRES: Hacia los años 90, la UNPC, fue llevada a su enésima liquidación porque, aunque producía “aparentes ganancias”, estas eran solo de mentiritas.
Los remanentes cobrados por los productores eran espejitos para engañarlos. Obviamente, el gobernador de aquella época, Salvador J. Neme, encabronado porque los cacaoteros se negaron en el PRI a apoyarlo para ser gobernador, en castigo, mandó finiquitar sus activos a través del ingeniero Tomás Yánez Burelo…
