Fui invitado a moderar un Foro para reflexionar y presentar propuestas sobre la creación de una nueva Ley de participación ciudadana. La actual que tenemos en Quintana Roo tiene poco más de 10 años de vigencia y sólo ha sido reformada en una ocasión pero jamás utilizada ni por los titulares de los poderes ni menos por la ciudadanía.
El resultado obtenido realmente es de tomar en cuenta: las figuras de revocación de mandato, la rendición de cuentas, el gobierno abierto, por citar algunas, prácticamente no aparecen en la legislación quintanarroense.
Jalisco recientemente aprobó un paquete de 12 herramientas de empoderamiento ciudadano que abarca esta y otras figuras, como la ratificación constitucional y las juntas municipales.
Y es que la participación ciudadana es vital para erradicar problemas como la corrupción. Según la última encuesta de Transparencia Internacional, en 2013, la corrupción es el problema más recurrente en sus países.
De hecho, en México se destina el 14% del ingreso para el pago de sobornos.
Es claro que la alternancia abre la puerta para el empoderamiento ciudadano. Entre 2000 y 2012, 27 entidades incluyeron leyes de participación en sus legislaciones locales. En Quintana Roo apenas inicia en el camino. Bien valdría revisar y proponer una ley más incluyente y sin atavismos o limitantes legales que hagan imposible su uso.