isabel rodríguez
¡Vacaciones!
Finalmente llegaron, finalmente se podrán disfrutar unas buenas vacaciones tanto maestros y alumnos por igual.
Y es una magnífica oportunidad de muchos padres de convivir más cerca con sus críos, de poder tener un acercamiento con esos pequeñitos y conocer sus competencias y habilidades así como sus pensamientos y sentimientos así como sus emociones o temores. Los padres deben sentirse afortunados de esta oportunidad única, deben de aprovechar para fortalecer los lazos familiares, para lograr robustecer los valores que seguramente en su hogar se llevan a cabo como un estandarte que guía para las buenas costumbres.
Estoy segura que muchas madres y padres desearan convivir cercanamente con esos pequeñitos que trajeron al mundo por voluntad propia, de hacerles un desayuno donde el intercambio de palabras sea productivo, donde los aparatos de comunicación no interfieran. Es la oportunidad de ir a la playa, a las zonas arqueológica, al parque de diversiones ¡Juntos!
Sin embargo esta fantasía sé que dista mucho de nuestra realidad, donde los padres más bien buscan afanosamente una escuela de verano, una guardería o una mujer que cuide y se haga cargo de los chicos, donde más bien suplican que este tiempo se pase rápido y regresen a la escuela y sean los maestros quienes les sigan cuidando.
