ISABEL RODRÍGUEZ
@chabeisabella
Isabel Rodríguez
Un pederasta político
La sola palabra ya es terrible, saber de algún hecho es desgarrador y ahora con los avances tecnológicos resulta aún más estremecedor el poder ver en vivo y en directo situaciones insólitas a plena luz del día.
Difícil es catalogar a un pederasta, para ellos sus actos son normales y parte de su vida cotidiana. La mayoría de ellos son varones que fueron abusados desde temprana edad- aunque jamás lo admitirán ya que implica verse vulnerados en su dignidad humana-; padecieron las secuelas de otro que ya había sido abusado, es entonces, una cadena eterna donde los deseos de poder son tremendos, donde el instinto aflora rompiendo con los esquemas de racionalidad y cordura, donde nada les detiene pues controlarse pareciera que les es imposible.
Y eso me lleva a realizar un comparativo con nuestra política, donde la mayoría de los ciudadanos somos abusados por los servidores públicos a lo largo de nuestra vida, pues cual pederastas les resulta imposible mantenerse con los valores en alto, donde los deseos por hacer negocios van más allá de su capacidad de honradez, donde el bien común pasa a un segundo plano. Pero lo peor es, que cuando el ciudadano llega a un puesto público será otro abusador, tal como lo fue y entonces nos damos cuenta que las enfermedades sociales se repiten pero con diferentes nombres y modalidades: pederasta, deshonesto, corrupto.
