Suegras, cuñadas y comadres, les platico que estoy conmovida y enojada por la decisión de desaparecer el equipo de beisbol Tigres de Quintana Roo, escuadra que yo me encargué de traerla a la entidad, a petición del entonces gobernador Félix González Canto, para cubrir así una demanda muy sentida de la sociedad.
Luego de la venta de la franquicia de Langosteros, equipo creado por el también ex gobernador Mario Villanueva, fueron muchas las voces que pidieron traer nuevamente un equipo de la Liga Mexicana de Beisbol.
González Canto me pidió directamente establecer contactos con equipos para traer a la entidad al que resultara más conveniente, y así fue como se logró establecer en el Estado a Los Tigres, uno de los equipos más tradicionales y ganadores de México.
Félix terminó su gestión y Roberto Borge continuó apoyando a la escuadra felina e incluso le dio una mayor fuerza, al grado de haber obtenido dos títulos durante su mandato.
Hoy los dueños aducen diferencias con la LMB sobre diversos temas y por deciden ofrecer en venta dicha franquicia. Sin embargo, los propietarios prefirieron omitir otra de las razones, quizá la más poderosa, para tomar tal determinación y es que el gobierno de Carlos Joaquín recortó el presupuesto drásticamente hacia este equipo.
Así, serán muchas las familias que se quedarán sin empleo, además de arrancar a los aficionados el gusto de pasar un momento de sano esparcimiento.
Hoy Cancún está envuelto en problemas de delincuencia, de drogas y de alcoholismo como nunca antes y está visto que una forma de abatirlo es precisamente promoviendo el deporte, el arte y la cultura.
Pero no, la autoridad aquí piensa al revés.