La Organización Mundial de la Salud (OMS), define el suicidio como un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal. El suicidio es una cuestión de salud pública, por ello, en la mayoría de los países, la tasa de suicidio es considerada un indicador de la salud mental de su población.
Desde el 2012 y con una tendencia que aun hoy día no muestra una clara disminución, más de 800 mil personas se suicidan cada año en el mundo, y por cada suicidio, hay muchas más tentativas de suicidio. Resulta alarmante que el suicidio desde el 2012 a nivel mundial sea la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años.
En México, según los datos publicados por el Inegi, entre el año 2000 y 2013, la tasa de suicidios presenta una tendencia creciente, pues de 2000 a 2013 la tasa se elevó de 3.5 a 4.9 suicidios por cada 100 mil habitantes. En 2013 la tasa de mortalidad por esta causa fue de 8.1 por cada 100 mil hombres y de 1.7 por cada 100 mil mujeres.
En 2013 se registraron 5 mil 909 suicidios, que representan 1% del total de muertes registradas. Los estados de Aguascalientes, Quintana Roo y Campeche, son los que presentan mayor tasa de suicidios con 9.2, 8.8 y 8.5 por cada 100 mil habitantes, respectivamente. En el transcurso de los años, la tasa de suicidio entre la población joven de 15 a 29 se ha mantenido elevada. En 2013 ocurrieron 2 mil 345 casos en jóvenes de 15 a 29 años (40.8% del total), y por sexo, la tasa de suicidio es mayor en hombres que en mujeres. Por estados, la frecuencia relativa del suicidio en jóvenes de 15 a 29 años es más fuerte en Quintana Roo, Campeche y Aguascalientes: presentan tasas de 13.4, 13.3 y 12.7 decesos por cada 100 mil habitantes, respectivamente.
La OMS señala que la prevención y el tratamiento adecuado de la depresión, abuso de alcohol y otras sustancias, así como de quienes han intentado suicidarse, permite la reducción de casos.
