“¿Qué os pudiera contar de los secretos naturales que he descubierto estando guisando? Veo que un huevo se une y fríe en la manteca o aceite y, por contrario, se despedaza en el almíbar (…) pero, ¿qué podemos saber las mujeres sino filosofías de cocina? Bien dijo Lupercio Leonardo, que bien se puede filosofar y aderezar la cena. Y yo suelo decir: Si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito”, escribió Sor Juana Inés de la Cruz, en 1691, como contestación al obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, quien le había advertido que ninguna mujer debía afanarse por aprender temas filosóficos.
Por su pasión al conocimiento Juana Inés de Asbaje había decidido convertirse en monja 20 años antes de escribir esta carta. En 1668 ingresó al convento de San Jerónimo, donde desarrolló su vida intelectual hasta convertirse en una de las figuras más importantes de la literatura novohispana. La cocina de ese convento fue uno de sus refugios; ahí también escribía y sobre todo, experimentaba.
Hace algunos años se descubrió un recetario escrito y firmado por ella, el cual será tema central del V Encuentro de Cocina Conventual, del 12 al 15 de octubre en Puebla. La chef Paula Ramírez Campero participará con un platillo inspirado en la vida y recetas de Sor Juana y una conferencia sobre su herencia aplicada a la vida diaria en las cocinas de hoteles y restaurantes.
Paula es egresada de la Universidad del Claustro de Sor Juana, ubicada en lo que era antes el convento de San Jerónimo y la primera universidad, además, en impartir la carrera de Gastronomía en México. De las recetas escritas por Sor Juana, nos menciona el “mancha manteles”, característico del estado de Puebla y tan apreciado como los chiles en nogada.
