Gloria Palma
f Gloria Palma
Cómo crear un tirano
En sus agendas de campaña los candidatos han empezado a reunirse con los sectores de la comunidad.
Están en campaña y todos abrazan a niños, ancianos y mujeres; ensucian sus zapatos con polvo de terracería; empatizan con los mayas y se visten de manta. Sus fotos son seleccionadas para que no se filtre ninguna en la que el gesto sea de cansancio, preocupación o enojo; siempre sonríen y hasta carcajean.
Un terreno neutral que nos permite observarlos más objetivamente, son los debates, y también esas reuniones, muchas a puerta cerrada, con los sectores de la sociedad.
Esas reuniones deberían de ser un poco como los debates; los candidatos deberían exponer sus planes y responder a los cuestionamientos de cada sector. Sin embargo, los ciudadanos hemos aceptado que a la democracia no le quiten el pañal y también, en concordancia, el paternalismo que siempre estará más cerca del autoritarismo y, en extremo, de la tiranía.
Podríamos empezar por reconocer algunas de las pautas con las que contribuimos a crear gobernantes autoritarios: Aceptar, por ejemplo, una posición de súbdito, más que de ciudadano con plenos derechos. Nunca cuestionar ni rectificar planes, decisiones o acciones. Tolerar imposiciones, abusos de poder, desvíos de recursos. Atribuir los problemas del Estado, a las y los ciudadanos que sí cuestionan; mujeres, ambientalistas, periodistas.
… Y esperar a sufrir las consecuencias que serán igual para el resto de la ciudadanía.
