Solidaridad, Q. Roo.- A raíz de la explosión en una de las embarcaciones de la empresa Barcos Caribe, surgieron diversas anomalías en los permisos que ha otorgado la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a las distintas navieras que prestan el servicio en la ruta federal Cozumel-Playa del Carmen.
La SCT, además de autorizar las operaciones de más de 10 embarcaciones a las principales navieras, también ha solapado sus altas tarifas para el servicio que brindan, contraviniendo a las leyes mexicanas que le confieren la facultad de establecer los precios.
Una vez más, derivado de un accidente, comienzan a surgir irregularidades que, por años las autoridades permitieron para beneficio de unos cuantos.
NAVIERAS DISPUTAN 4 MILLONES DE PASAJEROS
Desde la década de los 70, Barcos México fue la única empresa en cubrir esta ruta.
Pero, en 2009, con la entrada de Ultramar, protagonizaron una batalla comercial que se reflejó en el precio de las tarifas, que llegaron a reducir casi en 70%.
Una vez que superaron las diferencias y homologaron sus tarifas, no fue sino hasta la entrada de Barcos Caribe, en 2015, que se registró un nuevo capítulo en el mercado, que representa más de 4 millones de pasajeros.
De acuerdo con las estadísticas de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo), en 2016, entre las tres navieras registraron 13 mil 963 movimientos de entrada y 13 mil 990 de salida, es decir, 27 mil 953 movimientos en total; y registraron 1 millón 822 mil 305 pasajeros que entraron, y 1 millón 889 mil 599 que salieron, es decir provenientes de Cozumel; en total, movilizaron a 3 millones 711 mil 904 de personas.
Para el 2017, fueron transportados 4 millones 575 mil 269 personas, lo que representó un incremento de 12.57% en un año. Se registraron 17 mil 446 arribos a la Terminal Marítima de Playa del Carmen, 17 mil 341 zarpes, un total de 34 mil 787 movimientos; así como 2 millones 249 mil 636 pasajeros que entraron, y 2 millones 325 mil 633 pasajeros que salieron.
Conscientes del crecimiento de esta ruta marítima, desde el 2009 Barcos México ya contaba con cinco botes para atender la demanda. Ultramar fue ampliando paulatinamente su flotilla, y por el mismo camino iba Barcos Caribe, pero por problemas con el Sistema de Administración Tributaria (SAT), no logró colocar otras dos embarcaciones, quedándose hasta ahora con tres.
PERMISOS FUERA DE TIEMPO
De acuerdo con el listado de permisos otorgado por la SCT, en febrero y junio de 2011 autorizó a Naviera Magna (Ultramar), la operación por dos años de sus embarcaciones Yacatecutli, Mixcoatl y Ultramar IV. Un año después, en noviembre de 2012, la SCT concedió un nuevo permiso por seis años a estos tres barcos y a Ultramar I, que contaba con permiso del 2009.
Meses antes, en mayo de 2012, la dependencia federal autorizó a la empresa Cruceros Marítimos del Caribe (Barcos México), la operación de cinco unidades: México I, II, III, IV y V. Igual por un periodo de 6 años.
En octubre del 2013, la SCT autorizó la entrada de una nueva embarcación: Piolín, de Naviera Magna y le entregó nuevos permisos a Ultramar IV, Mixcoatl y Yacatecutli por otros seis años, es decir, extendieron un año más la concesión.
En abril de 2015, permitió a Naviera Magna el ingreso de Ultrajet I, II y III, y en julio de ese mismo año, una vez más, la SCT extendió su permiso a Piolín, para seis años a partir de esa fecha. Meses después de que Impulsora Marítima de Quintana Roo y el Caribe, obtuvieran el aval para operar sus (Barcos) Caribe I y II. En noviembre de 2016, dos años antes de vencer su permiso, Ultramar I obtuvo el permiso por otros 6 años.
Antes, en julio, la SCT permitió la entrada de (Barcos) Caribe III.
Por estos permisos irregulares, Naviera Magna fue acusada de operar como monopolio en Cozumel, Isla Mujeres y Cancún; y se le rescindió un contrato de exclusividad que le había otorgado la Dirección de Puertos de la SCT, para atracar en un muelle de la terminal de ferris de Cozumel, el 12 de julio.
A pesar de ello, en 2017, la SCT le permitió continuar operaciones por otros seis años a las embarcaciones Xochitonal, Omacahtl, Ultramar XI y Ultramar XII.
VIOLAN LA LEY
De acuerdo con el Reglamento de la Ley de Navegación y Comercios Marítimos, en su Artículo 239, señala:
“Los permisos mencionados en el artículo anterior podrán renovarse por plazos iguales al original siempre que se satisfagan los requisitos.
En el caso de Naviera Magna no esperaron el término de su período para renovarlos.
Fernando Morcillo/Quintana Roo Hoy