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noviembre 25, 2024

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Sin visión (primera parte de tres)

En el sexenio pasado se llevó a cabo una serie de apoyos para la ciudadanía con la idea de fortalecer el ahorro de energía en los hogares, cambiándose los focos incandescentes por focos ahorradores, en un principio incluso se intercambiaban a través de la Compañía de Luz de forma gratuita y para apoyo de los hogares, se les otorgaban créditos especiales para adquirir refrigeradores que fueran gentiles con el medio ambiente y con el bolsillo de las familias en el gasto del consumo de energía.

Pero como muchos buenos proyectos que empiezan como salidas de caballo joven, por desgracia terminan con paradas de burro viejo, y hasta ahí llegó el deseo por parte del gobierno.

Hablar del consumo de energía implica generar los medios necesarios para abastecer a toda una sociedad, a la industria y poder alcanzar niveles de competitividad deseados, sobre todo cuando aún compartimos el mundo un cúmulo de humanos deseosos de vivir bien. Hoy se habla del petróleo y su desgaste después de décadas de explotación, se menciona lo caro que resultará en el futuro disponer de este carbohidrato, ya que los pozos se encuentran cada vez más profundos y requieren de mayor tecnología e inversión monetaria.

Hace ya muchas décadas se hablaba de uso de energías alternativas y que parcialmente son agradables con el medio ambiente; si bien es cierto que las inversiones iniciales suelen ser demandantes, ya que implican generar los medios necesarios a niveles industriales para poder ser aprovechadas, la verdad es que a nuestro gobierno poco le ha interesado invertir en ellas.

¿Usted ha pensado en el uso de estas alternativas para su hogar? El Caribe nos las ofrece.

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