Ser coherente es el valor que debemos mantener basados en nuestros principios éticos y morales aprendidos a lo largo de nuestra vida.
Las personas que actúan con coherencia terminan ganándose el respeto y el reconocimiento de los demás. Ser coherente significa tener congruencia.
El ser humano debe de conducirse con coherencia para desarrollar un liderazgo positivo en la sociedad.
Debemos de actuar con coherencia en todas nuestras relaciones: en casa, con los hijos, padres, cónyuge, amigos, escuela, trabajo, y en todos los ámbitos de nuestra vida.
Jamás lograremos demostrar la importancia de vivir de acuerdo con nuestros principios y valores si no somos congruentes.
Defender lo que nosotros creemos no quiere decir discutir, sino plantear con convicción lo que representa la verdad y la creencia de nuestros conceptos.
Algunos ejemplos de actuar con incoherencia son:
– Si nosotros creemos que en un matrimonio debe haber fidelidad, pero consentimos tener un amante o que nuestra pareja lo tenga.
– Hacer lo que juzgamos en los demás. Si sabemos que está mal maldecir, robar, juzgar y criticar, pero nosotros lo hacemos.
– Cuando nunca te comportes de forma contraria a tus principios, ¡estás actuando con congruencia!
¡Atrévete a ser y vivir con congruencia en tu vida!