La periodista Lydia Cacho destapó el poder que aún tienen las figuras de los ex gobernadores Félix González y Roberto Borge, quienes se han encargado de realizar despojos de tierras a los ejidatarios de Puerto Morelos.
Esto lo demuestra en su investigación que dio conocer en un famoso medio nacional en la que saca a la luz esta red de corrupción en la que exfuncionarios se apropian de la riqueza del estado, así tengan que pasar por encima de los derechos de hombres y mujeres que de la noche a la mañana son sacados de sus lotes por grupos de ‘’choque’’.
La comunicóloga critica severamente esta red criminal, que involucra delitos como el lavado de dinero y el despojo a la propiedad pública del Estado.
A raíz de la publicación de la investigación, Cacho ha sido blanco nuevamente de los ataques de las huestes borgistas, mismas que en el pasado también han utilizado principalmente las redes sociales para tratar de desprestigiarla.
Incluso durante la realización del reportaje, como ella misma narra en la pieza, fue víctima de intimidación al igual que las personas que accedieron a ser entrevistadas.
Esto evidencia que el “Paquete de Impunidad” y despojos que orquesta la maquinaria priista es un pacto de favores políticos que trasciende ideologías.
Esta profunda investigación a Lydia Cacho le ha valido una amenaza, por sólo evidenciar que estos políticos se han dividido a su antojo el estado y por consiguiente arrebatado el patrimonio de personas que sí lucharon para forjar este municipio.
La periodista que viene siguiendo el mismo patrón de casos de despojos de predios bajo juicios amañados como se registrara en la localidad de Tulum, muestra una vez más a nivel nacional la realidad que se vive en Quintana Roo, donde señalar los vicios de la mafia del poder expone a los periodistas.
Lydia Cacho no ha sido la única periodista amenazada, se han registrado recientemente más casos, como el comunicador de la zona maya Pedro Canché o un servidor, dueño del portal El Quintana Roo, cuyas publicaciones han hecho mella en los otrora poderosos funcionarios que se niegan a dejar sus privilegios. Llegado al punto de simular mantas como las que utiliza el narcotráfico para intentar atemorizar a los comunicadores y que estos cesen en su afán de dar a conocer al pueblo de Quintana Roo los excesos cometidos por estos exfuncionarios borgistas y felixistas, que cuando estuvieron en el poder se creyeron dueños del estado.
Por su parte, Pedro Canché, quien dirige también un medio digital, afirmó que las mantas son obra de grupos políticos “que se han unido para infundir miedo y terror al escaso periodismo crítico que se realiza en Quintana Roo”
