Quién iba a pensar que un alga conocida como sargazo será el principal enemigo de la poderosa industria turística de Quintana Roo, ¡qué va! del Caribe. Si usted cree que la afirmación realizada es exagerada, temo decirle, que por desgracia se equivoca.
A lo largo de la pasada temporada de sargazo, que comenzó en mayo y finalizó en noviembre, conformé un equipo de observadores integrado por 6 biólogos, 3 activistas ambientales, varios ciudadanos, con el fin de documentar y recabar la experiencia generada a partir de los hombres y mujeres que luchaban contra el alga.
Si, ahí desde las costas. Montamos guardias de 9 horas diarias durante 90 días; las observaciones las ubicamos en cada una de las playas en donde el gobierno de estado contrató a empresas para la colocación de barreras y limpieza de las playas. Observamos Tulum, Playa del Carmen, Mahahual y Puerto Morelos.
Lo documentamos casi todo. Se contabilizó hasta la cantidad de personal que llegaba a limpiar las playas; se documentó la colocación de barreras, los errores que se tuvieron, pero también evidenciamos los aciertos y es que, si bien cierto que 240 millones de pesos es muchísimo dinero, pareciera que, contra este poderoso enemigo, el sargazo, no lo es.
Hago dos aclaraciones. 1. No defiendo ni al gobierno ni a las empresas contratadas; las letras aquí vertidas tienen como único fin informales, ya que fuimos afortunados en hacerlo, en documentarlo. Contra un fenómeno natural de estas dimensiones debemos unirnos todos; 2. El proyecto de las observaciones no tiene nada que ver con el gobierno; somos ciudadanos preocupados por este extraño fenómeno que, sin duda, pone en peligro a la industria que les da sustento a muchísimos mexicanos.
Podrían creer que la cantidad de sargazo extraído de las costas a los puntos de confinamientos podría llenar 100 estadios profesionales de futbol con un metro de altura cada uno de ellos, tomando en cuenta el alga en estado fresco, no podrida, ya que cuando se descompone baja su volumen. Pero se extraía fresca; ahora imaginen las playas si no se hubiera levantado.
Pudiéramos comparar esta temporada de sargazo con el primer asalto para los boxeadores, un asalto de exploración, que después de salir de él podemos constatar que la derecha del rival tiene toda la potencia de un “nockt out”.
La mala noticia es que volverá y volverá con la misma fuerza o más, ya lo dijo un reporte de la Universidad de Florida y de la NASA, en enero y febrero de 2019. A lo largo de esta serie de cuatro entregas, iré vertiendo información desde los diferentes ángulos observados, pero les anticipo: el sargazo es un enemigo muy poderoso, y muy peligroso, para nuestro turismo.