Queridas suegras, comadres y cuñadas:
Tras las enormes expectativas, producto de la misma confianza que genera a la ciudadanía, y luego de su gira de agradecimiento por todos los municipios del estado, el gobernador electo, Carlos Joaquín González ha mostrado un dejo de abandono hacia la sociedad que quisiera verlo más activo por el territorio estatal.
Y es que si bien es cierto que el mandatario electo está muy ocupado en iniciar con los trabajos para la recuperación de la entidad, para allanar el camino en la solución de múltiples problemas, Joaquín González debe estar consciente de la efervescencia que él causó y que lo obliga a seguir dando la cara de manera ininterrumpida.
El gobernador que está a punto de rendir protesta este 25 de septiembre, no tiene por qué esconderse, al contrario, políticamente debe aprovechar el cariño y la solidaridad que la gente le ha tendido, debido a la esperanza que le genera a miles de familias.
Asi fue…Miles y miles de quintanarroenses creyeron firmemente en la promesa de eliminar la corrupción en la entidad, con lo cual, en caso de lograr erradicar o al menos disminuir ese flagelo, el próximo gobierno tendrá un muy amplio margen de maniobra para avanzar hacia las metas establecidas. Y más…
Esa fue la base de su discurso en campaña, y fue también el motivo por el que la sociedad decidió sacudirse el “más de lo mismo” para dar entrada a lo nuevo, oxigenar el gobierno de Quintana Roo.
Pero, insisto, la gente lo quiere ver.
Bien dicen que “santo que no es visto, no es adorado”, y Carlos Joaquín debe cumplir con esa promesa no firmada, la de ver y atender a su gente, a la ciudadanía que sin duda sigue confiando en él.