La semana que concluyó y la que inicia van a convertirse en icónicas en la política de Quintana Roo. La incautación de propiedades y bienes a funcionarios de la anterior administración se convertirán, si se utiliza bien la información, en claves para que el actual gobierno pueda desprenderse de la inercia en la que navegó en sus primeros cinco meses de gestión.
Investigar la corrupción es elemental para cualquier gobierno y, más que, una promesa de campaña, debe ser, una responsabilidad diaria de quienes gobiernan. Quizás, después de décadas de políticos ambiciosos y rapaces desde siempre, estemos asistiendo por primera vez a un “mani pulite” a la mexicana.
Esto podría servir como un golpe de aire fresco a la gestión de Carlos Joaquín González que en sus primeros meses ha sido titubeante, discursiva y que se ha manejado con la lógica de un vendedor que quiere vender algo pero, que no termina de concretarlo.
No hay que defraudar la esperanza ciudadana, porque es una pérdida de tiempo y de confianza que causa efectos nocivos en la ciudadanía y en el propio gobierno.
Gran parte del crédito de lo que sucede es de la organización civil “Somos tus ojos”, de otra forma, no se hubiera girado la orden desde la máxima instancia federal para que los allanamientos de la semana anterior, tuvieran los alcances que hoy estamos comentando.
La conclusión es que, a los políticos no hay que dejarlos solos, deben tener controles ciudadanos Que no sólo se investigue hacía atrás; también hacia adelante. Las grandes fortunas de los funcionarios se logran con el influyentísimo, negocios y con abuso de poder. Como decía mi tía, la solterona: “si te deshaces de la bruja, también, quema su escoba para que no venga otra bruja a utilizarla…”
Coherencia y unidad, las consignas para el éxito político
El que quiere comprar oferta menos de lo que vale, el que quiere vender rechaza, y allí se inicia una negociación que puede tardar mucho o poco, depende de la capacidad de regateo de las partes.
La actual coyuntura del PRI quintanarroense debe de solucionarse con dialogo, coherencia y unidad. Las principales espadas que han quedado en pie en el tricolor, su presidente y diputado estatal, Raymundo King de la Rosa y, su par el legislador federal, José Luis Toledo Medina son imprescindibles para el tiempo que viene. Deben sentarse y dialogar con la mirada puesta de reconquistar el favor popular en las elecciones de 2018.
