Normalmente en todo grupo, asociación o cultura, se establecen normas y leyes a seguirse, bien es sabido que se realizan para poder mantener un buen vivir dentro del mismo y poder establecer la cordura y beneficios para todos. Muchas veces se encuentran especificadas en papel y otras veces, sólo a través de la fuerza de la costumbre quedan instituidas.
Por ejemplo, quién entra al círculo de los políticos tiene que aprender a vivir las reglas intrínsecas que ahí se juegan, desde el respeto a la jerarquía, aunque la persona en cuestión no agrade o sea ignorante, hasta saber las reglas de realizar un buen negocio para que éste no sea ilícito y nadie le tilde de vil ladrón.
Por otro lado, tenemos las reglas propias del futbol, en donde en la cancha se expresan groserías y sandeces a los compañeros, al árbitro o director técnico y son aceptadas dadas las circunstancias del momento, la emoción.
Y así podríamos seguir enumerando, pero hay ciertas reglas que resultan terribles a la sociedad y son aquéllas que manejan los criminales de cualquier calaña.
Estas semanas han sido muy intensas en nuestra ciudad, pero llaman la atención lo sucedido al Restaurante Buzo´s que fue baleado en su exterior, así como el local de Pescadillas que se ubicaba frente a las oficinas de una televisora, el cuál sufrió un incendio en su pequeña palapa.
La razón al parecer es por que exigen el cobro del “derecho de piso” al cuál los criminales aspiran sin tener que trabajar y es que resulta que la mayoría de ellos, no tienen reglas de respeto hacia la gente de su mismo pueblo, de su misma raza y muchas veces de quien les parió en éste mundo.
¿Lo había notado?
