Eran las 6:30 de la mañana cuando llegué a la sala de juntas para verificar que el proyector estuviera listo y funcionando así como las sillas acomodadas, para llevar a cabo la primera reunión de trabajo con el nuevo gerente de tienda que me había solicitado convocar a junta con subgerentes y jefes de departamento a las 7 am. De ese día jueves 13/06/1996 y mi sorpresa fue que él ya estaba ahí, listo para recibir a cada uno de los que fueron convocados.
Ya son las 7 am y además de ti y un servidor nadie más ha llegado, seguro que la convocatoria tenia las especificaciones correctas de fecha y lugar, me preguntó el Lic. Jorge, a lo que respondí que sí, caminó hacia la puerta, la cerró y puso seguro; segundos después alguien tocó la puerta insistentemente y le abrió diciéndole, la reunión era a las 7 de la mañana y debido a que no hubo participación, se pospone para mañana a la misma hora. La voz se corrió inmediatamente y el pánico se expandió.
Está por demás decirle, estimado lector, que a las 6:50 de la mañana del día siguiente estaba el total del personal convocado sentados en la sala de juntas, el único que faltaba era el gerente general quien a las 7 am. entró y empezó la reunión con la siguiente frase del escritor, médico y profesor escocés, autor de publicaciones de autoayuda y artículos, Samuel Smiles (1812-1904) que afirmó en su célebre libro “Ayúdate” (1859): “La puntualidad es cortesía de reyes, deber de caballeros y necesidad de hombres de negocios”.
