El sobrepeso y la obesidad son consideradas enfermedades crónicas, que afecta tanto a niños como adultos, que a su vez se constituyen como propicias para el desarrollo de otras enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
De acuerdo a las cifras de la Secretaría de Salud, en nuestro país, la prevalencia de estas enfermedades se ha triplicado y continúa creciendo a un ritmo alarmante, especialmente entre los niños al punto de que 1 de cada 3 en edad escolar presentan problemas de sobrepeso y obesidad, lo que nos coloca como el 2° país de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) con mayor incidencia.
Para ello en el Senado de la República presentamos un punto de acuerdo que exhorta a las Secretarías de Hacienda y Crédito Público, de Educación Pública y de Salud a que los recursos públicos provenientes de la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Consumo por bebidas azucaradas y de alta densidad calórica se destinen, entre otros, a programas de infraestructura y promoción de la actividad física, prevención y control de sobrepeso y obesidad, en todos los niveles educativos del país.
Esto, porque la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo 4, el derecho de toda persona a la cultura física y a la práctica del deporte, siendo el Estado el encargado de su promoción, fomento y estímulo; mientras que el sedentarismo es un problema de salud pública mundial.
Según la Organización Mundial de la Salud, al menos 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud. Esto principalmente por la insuficiente realización de actividad física durante el tiempo de ocio y a un aumento de los comportamientos sedentarios durante las actividades laborales y domésticas. El sedentarismo o falta de actividad física es uno de los factores que mayor inciden en la prevalencia de sobrepeso y obesidad ente de la niñez y juventud de nuestro país.
Es por ello que resulta imprescindible que los planteles educativos cuenten a la brevedad con la infraestructura necesaria para que los niños y jóvenes de nuestro país puedan realizar actividad física diariamente y así combatir el grave problema de sedentarismo que hay en nuestro país. De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública y la Universidad de Carolina del Norte en los Estados Unidos, el impuesto a las bebidas azucaradas ha tenido un impacto positivo.