Bueno esta señora Cristina Torres necesitará que estallen Playa del Carmen hasta desaparecerlo, para dejar de transar con las empresas que organizan enormes holgorios con música electrónica, y dejar entonces de permitir la ilegalidad.
Resulta que ayer y hasta el día 6 de este mes se llevará a cabo el Festival “Arena”, algo muy similar al trágico festival BPM, también en Playa del Carmen, en donde resultaron muertas seis personas y 15 más heridas, tras la balacera en el antro “Blue Parrot”.
De todos es sabido que en esos “raves” lo que más circula es la droga de todo tipo (fumada, inhalada y principalmente tragada) y aún así la autoridad municipal da luz verde para que los jóvenes se pongan hasta su madre.
Sin embargo, ojalá y todo fuera como que se droguen quienes quieran hacerlo, el problema aquí radica en que un festival de ese tamaño, al que incluso llega ex profeso para la fiesta gente de muchos países, es un imán para aquellos que venden sustancias pro-hi-bi-das.
Ese es el riesgo y seguramente el móvil de lo que ocurrió hace 17 días, provocando muertes y tirando a la calle millones de dólares que gasta Quintana Roo en su imagen.
Ahora resulta que Torres Gómez permitió la realización del Festival extremando medidas de seguridad, con agentes privados dentro de los lugares sede y con cámaras de seguridad.
Pues habría que decirte a la alcaldesa que a los narcos poco o nada les importa que hayan agentes de seguridad dentro de los locales, ni siquiera policías municipales (quienes seguramente están coludidos) y menos aún cámaras de vigilancia.
En verdad esperemos que no pase nada y que dicha celebración se lleve a cabo sin problema alguno, pues de lo contrario, Cristi tendrá que poner su renuncia sobre la mesa.
