Suegras, cuñadas y comadres. Machetazo a caballo de espadas. La población de Cozumel expresó ya su hartazgo hacia el gobierno municipal de Perla Tun y exigen una consulta ciudadana para definir su la alcaldesa debe continuar o la ponen patitas en la calle.
De proceder esta demanda, sería una magnífica muestra de civilidad y unión política por parte de una sociedad que no se queda callada ante el mal gobierno que hoy padece en esa localidad.
Pero además sentaría un extraordinario precedente para que todos los gobiernos, en sus tres órdenes, sean sometidos al escrutinio público en el momento en el que la sociedad así lo decida.
El hecho es que la gente cozumeleña ha decidido tomarle la palabra a Perla Tun, quien al inicio de su mandato se comprometió a someter a consulta pública si debe continuar o no al frente del Ayuntamiento, al término de seis meses.
Aunque dudo que este método sea aprobado, y aún más desconfiaría en un resultado honesto, esperemos que al fin se cumpla la palabra de esta polémica presidenta municipal.
Y digo que lo dudo, porque si tal consulta y resulta en contra de la alcaldesa, eso significaría un golpe letal para el gobierno estatal, al ser emanado del mismo partido, y además estaría obligado a hacer lo exactamente lo mismo. Por eso es que se antoja muy difícil que prospere la propuesta.
Sin embargo, el plebiscito y el referéndum están contemplados en la ley y deben ser utilizados sin menoscabo para que la gente ponga un alto o dé luz verde, lo mismo al gobierno federal que a los estatales, a los municipales, a diputados y senadores.
Cierto es que si bien Perla ha mostrado un total desconocimiento de cómo se debe gobernar un municipio, su salida en ese caso, sería por la puerta grande, sería con decoro.