Suegras, cuñadas y comadres. Ahora resulta que el Congreso del Estado pretende abrir las cuentas públicas del gobierno municipal de Benito Juárez encabezado por el ex alcalde Paul Carrillo de Cáceres.
En realidad ignoro qué tipo de irregularidades están buscando los diputados, pero tampoco dudo nada que si le rascan, saldrá toda la cloaca en la forma de administrar los dineros durante dicha gestión.
Sin embargo, lo que más me llamaría la atención sería el papel que jugaría el mismo Paul Carrillo, cuya libertad pudiera verse amenazada, y todo ello sin haber gobernado el municipio.
Es vox populi en Benito Juárez que Paul sólo fue un parapeto durante ese gobierno y que quien realmente llevó las riendas de principio a fin fue el gobernador Roberto Borge Angulo, al grade de jactarse una y otra vez que quien ganó dicha elección no fue Carrillo de Cáceres, sino él mismo.
Sería realmente irónico que los diputados reabran las cuentas de aquel gobierno, que encuentren irregulares y actúen contra quien no gobernó, mientras que el ex mandatario estatal goza de plena libertad.
Muchos aseguran que Paul lo único que hizo fue levanta la mano para decir “sí protesto” y ya, eso fue todo lo que hizo durante su gestión, pues ni siquiera se le permitió nombrar a sus colaboradores.
Ah, pero eso sí, claro está que apenas rindió protesta y a los pocos días el señor Carrillo de Cáceres estrenó residencia en el lujoso fraccionamiento “Villa Magna”, lo cual se lo paso como chisme a los diputados, por si también quieren investigar ese asuntito.
En fin, el hecho es que en este país se podría castigar el nadar de a muertito, se pudiera encarcelan a gente por no hacer nada.
¡Qué cosa!
