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noviembre 24, 2024

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Partidos políticos, en el atolladero

Un sistema democrático es inconcebible sin la existencia de partidos políticos. La importancia de estas instituciones estriba en su participación en la integración de los órganos de representación y gobierno, y en las funciones de intermediación entre el Estado y la sociedad civil.

Julián Puente

Un sistema democrático es inconcebible sin la existencia de partidos políticos. La importancia de estas instituciones estriba en su participación en la integración de los órganos de representación y gobierno, y en las funciones de intermediación entre el Estado y la sociedad civil. Sin embargo en la actualidad los partidos políticos han pasado a ser cuotas de poder dejando a un lado sus ideologías y estatutos sobreponiendo a estos la avaricia, el poder y la soberbia en muchos casos. México es el país más generoso en América Latina en el subsidio a sus partidos políticos y el quinto en un grupo de 25 economías, incluidas varias avanzadas. Nuestro país asigna poco más de tres dólares por votante, ubicándose por debajo de Austria (16.5 dólares), Francia, Suecia e Israel. Es muy difícil hablar de democracia en los actuales tiempos sin considerar a los partidos políticos, debido a que estos, son los principales articuladores y aglutinadores de los intereses de la sociedad en su conjunto, aunque en infinidad de ocasiones y muy comúnmente, no ocurra ello. Lo cierto es que hace ya tiempo que los partidos políticos han dejado de representar a los ciudadanos; su distanciamiento y falta de credibilidad social es algo tan preocupante como urgente de resolver, y la actual sensación general de corrupción política propicia la desconfianza y la indignación, ampliando el divorcio entre los partidos y la sociedad. Muchos ciudadanos se sienten incluso secuestrados en el ejercicio de sus derechos por unas organizaciones que monopolizan el poder, controlando tanto el poder legislativo como todos y cada uno de los niveles de gobierno, así como la composición de las más altas instituciones del Estado.  Hoy en día a los partidos políticos lo que les importa es ganar las elecciones sea como sea, es irrelevante la calidad moral de sus candidatos ni los medios para hacerlos ganar, el objetivo es ganar sin importar si se va a causar un grave daño a la sociedad.

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