En el marco de la 47 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se realizó por primera vez en México y teniendo como sede Cancún, destacó entre otras cosas el pleito, ¡casi agarrón! entre la ministra de Relaciones Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez y el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray.
La razón fueron los ataques a cancilleres venezolanos en el marco de la 47 Asamblea General de la OEA que se realizó en este destino turístico. Delcy Rodríguez responsabilizó a Luis Videgaray del enfrentamiento verbal que algunos opositores venezolanos hicieron contra los delegados de ese país. Lo que ocurrió fue que el lunes pasado, al iniciar la 47 asamblea de la OEA en Cancún, un centenar de venezolanos residentes en México se presentó en el hotel donde se llevaba a cabo la reunión, y hasta el Aeropuerto Internacional de esta ciudad, los sudamericanos llegaron con pancartas a protestar por la fuerte crisis que aqueja a su país.
Si bien no se puede justificar la situación que está viviendo el pueblo venezolano, en un enfrentamiento entre el gobierno y las fuerzas fácticas, tampoco está muy equivocada la canciller venezolana Delcy Rodríguez al exigirle a su homónimo Luis Videgaray que primero arregle los problemas en su casa que andar pidiendo arreglar los problemas en otros países, México quiere recobrar la posición de liderazgo que hace mucho tiempo perdió, primero con las “imbecilidades” de Vicente Fox y luego con las aventuras etílicas de Calderón. Ya, la canciller de Venezuela echó en cara a su homónimo mexicano las agresiones en contra de periodistas, los feminicidios y hasta “la muerte de los 43 de Ayotzinapa”.
La canciller venezolana Delcy Rodríguez criticó a Luis Videgaray y lo acusó de obedecer intereses “imperiales”, luego que México hiciera un llamado para que Venezuela garantice un Estado democrático y respeto a los Derechos Humanos. Pero no va a ser el gobierno de Peña Nieto el que recupere el prestigio internacional que México alguna vez tuvo en la Organización de Estados Americanos.
Habría que advertirle a Videgaray que para poder hablar de burros no hay que tener las orejas muy grandes.