Habrá que aceptar que el señor Mimenza, tan afectado de sus facultades mentales, tiene la buena suerte de la paciencia del gobernador. En otros tiempos ya estaría en la cárcel.
¿Por qué? Amenazas, insultos, inventar un “atentado” en su contra, utilización de armas de fuego… no hay, sino que sumar en todas las irregularidades legales en que ha caído el personaje de la fauna oportunista.
¿Quién le cree a Carlos Mimenza? ¿O habrá que preguntarle quién le paga, quién le llena la cabeza de más mier…, quién está detrás de sus estupideces?
¿O es que se le puede llamar de otra manera a sus acciones fuera hasta del sentido común?
No es el primer loco que inventa un “atentado en su contra”, la manera en que lo hizo ofende la inteligencia de todos los quintanarroenses. Hasta para eso hay que tener talento.
Disparar a un automóvil, supuestamente suyo, en la noche, a la parte del asiento del conductor es digno de una falta de capacidad mental supina. Simplemente esos “balazos” habrían, necesariamente, herido al conductor, es decir, a Mimenza.
Personalmente me ha dado una flojera inmensa escribir de este tipo, que está fuera de la ley permanentemente, que debería estar en la cárcel por incitar a la violencia, por llamar “cretino” al gobernador, por amenazarlo de muerte como suele hacer con tantos, y si lo hago hoy es porque ya deben pararlo.
Es decir, cumplir con lo manda la ley.
Primero fue esa locura de los “autodefensas”, luego inventó lo del dinero que le llevaron de parte de Félix, con la participación vergonzosa del hoy jefe de la policía municipal de Carrillo Puerto, vinieron las amenazas contra periodistas, y como comenzó a tener cada día menos atención pública, el viernes pasado armó la parodia de un “atentado” en su contra.
Tema que no compró la prensa nacional que cada día está más harta de sus exabruptos e intentos de manipulación.
Junto a la imagen de su automóvil “balaceado”, vinieron sus declaraciones contra el gobernador Carlos Joaquín y el fiscal Miguel Ángel Pech, sus ofensas y sus amenazas que tipifican un delito, que ameritan iniciar un expediente penal.
Con esto, estoy cierta, volvió a cruzar la línea de la legalidad. Y debe, ahora, demostrarse que todos somos iguales ante la Ley. Ya basta de este tipo…