Si bien es cierto que el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Verde Ecologista no perderán su registro como fuerza política, como será el caso muy probablemente del Partido Nueva Alianza (PANAL) y del Partido Encuentro Social (PES, luego de las pasadas elecciones del 1 de julio, también es cierto que tanto PRI como PVEM sufren una profunda crisis en el país.
Pero sobre todo aquí en Quintana Roo, donde los números comparados con otros procesos fueron muy pobres; mismos que se verán reflejados en la nueva conformación de los ayuntamientos; y qué decir a nivel federal con las diputaciones y las senadurías.
Aquellos tiempos en que el PRI, ya sea con alianza del PVEM o sin ella, arrasaba en los comicios han quedado atrás; tanto, que, en las más recientes elecciones, era el Verde quien ya dominaba esa coalición con el partido tricolor.
Las nefastas administraciones de los últimos años del PRI, tanto a nivel federal como en otros estados de la república, llámese Chihuahua, Veracruz y por supuesto Quintana Roo, por citar sólo algunos, predominando en nuestro caso el que tuvimos con Roberto Borge, fue como la gota que derramó el vaso para todos los quintanarroenses que simpatizaban e incluso militaban en dicho partido
Pero se hartaron de ese tipo de gobiernos llenos de corrupción, de cinismo y descaro; que lograron prostituir incluso a varios buenos funcionarios priistas que eran honestos pero que fueron empujados otros no tanto pero al final del día encaminados a convertirse en simples cómplices de uno de los robos más descarados en la historia de nuestra entidad.
Los errores del PRI se han gestado en cascada, entre ellas la terrible negociación que hiciera la dupla de Félix González Canto y Roberto Borge con Jorge Emilio González ( Niño verde ) de ceder al PVEM la decisión de postular al candidato para la alcaldía de Benito Juárez, a quien hoy conocemos como el alcalde de este polo turístico, Remberto Estrada Barba, quien no dio el ancho. Una prueba de su negativa gestión, es simplemente el que no haya querido participar en buscar la reelección, y es que para Remberto Estrada no aplicaba ese dicho que dice: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”, pues reconoció que no tendría posibilidades de ganar.
En estas elecciones se buscó arrebatar esa condición al Verde Ecologista, sin embargo el atrasar la decisión provocó una irregularidad involuntaria del diputado Mario Machuca, priista de cepa, incansable trabajador , surgido desde abajo desde la clase del proletariado; una buena decisión del PRI pero tardía, la cual le costó que no pudiera ser validada su candidatura ante la autoridad electoral. Ahí el PRI perdió la posibilidad de competir, ya que con la alternativa que se consideró para la contienda en la figura del verde-ecologista Luis Pablo Bustamante, el resultado fue catastrófico. pero predecible.
Por demás increíble, el PRI no aportará ningún diputado federal que emane desde Quintana Roo; mientras que el PVEM por la vía de la representación proporcional solamente estarán el “eterno” Jorge Emilio González, junto con Ana Patricia Peralta de la Peña.
En cuanto a los municipios, aquí en Benito Juárez, solamente habrá un verde-ecologista en el cabildo, Luis Pablo Bustamante; así de paupérrimo esta la representación de la que fuera una de las coaliciones (PRI-PVEM) más exitosas hace apenas algunos años.
Los únicos en dar la cara localmente por el PRI fueron Pedro Joaquín Delbouis y Juan Carrillo Soberanis, quienes se alzaron como presidentes electos de Cozumel e Isla Mujeres respectivamente.
Mientras tanto en el PVEM, su carta fuerte sigue siendo Laura Fernández Piña, quien con su reelección en Puerto Morelos, la ponen automáticamente como su figura más reconocida en Quintana Roo con miras a la gubernatura.
Sin duda el PRI y el PVEM están en decadencia, faltan líderes que puedan rescatar y sumar una nueva estructura de militantes y simpatizantes de ambas fuerzas políticas; mientras tanto dos figuras aparecen como potenciales aspirantes a luchar por recuperar la gubernatura de Quintana Roo en el 2022: Laura Fernández y Pedro Joaquín, del PVEM y PRI respectivamente, son los líderes que están buscando ambos partidos en la entidad. ¿Será?