El conflicto no es nuevo, lo padecemos desde hace tiempo. Lo que llama la atención y exaspera al más templado es la falta de capacidad para encontrar una respuesta adecuada que nos plantea la ausencia del Estado, que genera un daño social al no poder frenar la ola de inseguridad: crímenes, asaltos y ajustes de cuenta que asolan a Quintana Roo.
Pero, más allá de la inseguridad que nos preocupa a todos; a los ciudadanos, también nos preocupa, la falta de respeto a la institucionalidad en que incurren algunos ciudadanos al referirse a las autoridades gubernamentales.
Como el caso de la madre de Héctor Cacique Fernández, quien culpó de manera directa al gobernador Carlos Joaquín González de ser corresponsable de lo sucedido a su hijo asesinado, quien era sospechoso de vínculos con el crimen organizado.
Molesta como ciudadano más allá del dolor de madre de esta persona, el tono ofensivo y amenazador con que se expresó del gobernador: “A ti Carlos Joaquín te digo que no sirves para nada, que realmente no sirves para nada, como padre lo vas a pagar, ya ahorita no tengo miedo de nada y Fiscal, lo vas a pagar con creces también…”.
Esta señora carece de un elemental conocimiento y, criterio cívico, ya que debería saber que en Quintana Roo se respeta la independencia de poderes y que, el primer mandatario gobierna y, la justicia es la responsable junto a la policía de investigar e instruir en los casos de delitos u homicidios como el de que fue víctima su hijo.
Trabajando bien
“En esta administración municipal trabajamos para mejorar la seguridad de los isleños y quienes nos visitan; pero sobre todo para mantener un municipio seguro”, con esta expresión contundente el presidente municipal de Isla Mujeres, Juan Carrillo Soberanis, sigue demostrando su fuerte compromiso con la ciudadanía y, coordinado con el gobierno estatal sigue mejorando el equipamiento y capacidad de la Dirección de Seguridad Pública para prevenir ilícitos en la ínsula.