Hagamos un ejercicio muy simple, en una hoja de papel trazamos dos columnas, una para escribir fortalezas y otra vulnerabilidades, pero tengamos cuidado con este listado tan singular, pues lo haremos por partes, la 1er parte le corresponde a tu preparación académica, la 2da parte a tu educación como persona, la 3er parte tus capacidades para sociabilizar, la 4ta parte tu condición económica, la 5ta parte tu inteligencia emocional, la 6ta parte le corresponde a tu ego y finalmente, la 7ma parte es tu espiritualidad… muy a propósito no incluyo nada aún de salud y nutrición, pues es una consecuencia de todo lo demás.
Ser capaces de hacer nuestra radiografía nos permite establecer planes y estrategias objetivas con mediciones medibles y perfectibles… pero existe una pequeña pregunta, ¿si sabemos esto por qué no progresamos?… veremos entonces que el deseo no es suficiente, pues lograr las metas requiere disciplina y constancia, tener la suficiente determinación y sobre todo, no caer en el auto engaño.
La gran mayoría de la gente vive algún tipo de mentira, se victimiza o culpa al resto del mundo de todo lo que le sucede, vive entre excusas y esa característica hace que se identifique con otras personas, de tal manera que entre todos se fortalece el lenguaje de las quejas y las desgracias, entonces para emprender, liderar y sobresalir, es necesario ser honestos con la radiografía y potenciar nuestras fortalezas, ser muy objetivos y no caer en falsas esperanzas, cuentas alegres y sueños ridículos… hagamos esa matanza de mentiras con una mirada fría y una gran fuerza de voluntad.
