Cómo el principal antecedente de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la historia registra los hechos suscitados en 1908 en la fábrica textil Cotton de Nueva York, donde murieron calcinadas 146 trabajadoras, la causa: Un incendio provocado por bombas que les lanzaron ante su negativa de abandonar el encierro mientras protestaban por bajos salarios y denigres condiciones laborales.
En la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague, Dinamarca en 1910, se presentó la propuesta de dedicar y celebrar a las mujeres en todo el mundo, conmemoración que se llevaba en varios países en distintas fechas. Para unificar esta efeméride, en 1977 la Asamblea General de la ONU, proclamó al 8 de marzo oficialmente como Día Internacional de la Mujer.
Lo que en sus inicios fue una jornada conmemorativa principalmente obrera, hoy se ha convertido en un día de reflexión y de análisis sobre la situación de la mujer en el mundo; la Sociedad Civil y los Gobiernos tienen ya un tema marcado en sus agendas, la paridad de género. Se dice que no es fecha para celebrar, pero es importante reconocer y valorar los avances que aunque han sido pocos y graduales, son fundamentales en este camino en la búsqueda de la igualdad entre mujeres y hombres.
Particularmente en nuestro país, se han logrado modificaciones legislativas, construcción de instituciones, programas gubernamentales, resoluciones judiciales e incluso criterios jurisprudenciales que han mejorado las condiciones de vida de las mujeres mexicanas.
De acuerdo con la encuesta Intercensal 2015 del INEGI, en México, las mujeres representan más de la mitad de la población total (51.4%) con respecto a los hombres (48.6%). La estadística poblacional es clara, pero es necesario que más mujeres se empoderen y participen en la toma de decisiones, tanto en el ámbito público como en el privado.
La mujer tiene mucho que aportar a la comunidad, pero aún nos encontramos en tiempo de los pionerismos en el que nos sorprende ver a la primer mujer piloto, la primer mujer tesorera o la primer mujer directiva o Presidenta de tal o cual institución, porque la realidad es que han sido pocas las que han tenido acceso y oportunidades en todos los sectores y posiciones; hoy más que nunca debemos hacer consciencia de que la plena participación femenina va permitir que tengamos una sociedad con mayor igualdad y desarrollo.