SERGIO SALAZAR
/FaroDigital
@archangel_xxi
El Parque de las Ratas
Todo ser humano debería venir con un instructivo.
¿Cómo se debe reaccionar ante las adversidades? Ese manual seguramente nos haría aprender a controlarnos, al autogobierno, a ser dueños de nuestras emociones. De otra forma no se entiende que algo tan insignificante como un cigarrillo o una copa puedan más que la voluntad completa de un adulto física y mentalmente desarrollado.
El experimento “Rat Park” del psicólogo estadounidense Bruce Alexander, demuestra que contrario a lo que se piensa, no se trata una adicción al cortar de tajo el suministro de la sustancia. Por extraño que parezca, el “Parque de Ratas” demostró que las adicciones no tienen que ver con el consumo, sino con la compañía. Veamos: el parque tiene dos bebederos, uno con agua natural y otro con una mezcla que contiene heroína, y el estudio demostró que las ratas solitarias se entretienen auto-suministrándose la droga, quizá porque no tienen otra cosa qué hacer; mientras las ratas que estaban acompañadas prefirieron tomar del agua normal. En alguna parte de nuestro complicado cerebro, la soledad se convierte en una peligrosa compañera, que nos hace atentar contra nosotros mismos y el fuerte sentido de supervivencia; caso contrario a quienes pertenecen a alguna manada, trabajando en equipo y cuidándose mutuamente, con una meta en común.
Esa es otra cosa que se puede aprender de esos inmundos animalejos, al parecer, con mejor criterio que muchos de nosotros…
