Lo de menos fue el contenido del quinto y probablemente último informe de gobierno de Miguel Ángel Mancera Espinosa (MAME). Más allá de discursos y protocolos, el mensaje político estaba en la bancada de los invitados especiales, donde Ricardo Anaya (PAN), Alejandra Barrales (PRD) y Dante Delgado (MC) daban cuerpo de frentismo electoral al abogado que el mes próximo dejará el mando de la Ciudad de México (una licencia temporal, no definitiva, por si todo le falla y debe volver al cargo) para tratar de convertirse en candidato presidencial “ciudadano” o “independiente”, en el esquema del mentado Frente Ciudadano por México (FCM) o, cuando menos, en miembro de un futuro gabinete “de coalición”, gane las elecciones el citado FCM (concediendo que no se desmorone antes, a la hora de la verdad, que sonará cuando se designe al candidato de esa pluralidad forzada, que podría derrumbarse por las ambiciones) o el aliado no explícito, denominado PRI.
Corbata mancerista de franjas en blanco, negro y gris. Nada de amarillos perredistas ni de azules panistas, a pesar de que en ambos bandos se produjo una dispareja competencia para ver cuál facción elogiaba más a quien fue procurador de justicia antes de llegar a jefe de gobierno: descarada, ruidosamente, el diputado local del sol azteca, Mauricio Toledo, dibujó una deslumbrante realidad citadina que, por desgracia, contrasta terriblemente con la realidad que acecha más allá de las vallas de acarreados, los grupos de guardaespaldas y la clase política chilanga que se peleaba un abrazo, una palmada, un autorretrato con el próximo exjefe de gobierno que mantuvo en su discurso el tono plano, sosegado, de quien no acepta ni quiere ser político sino un neutro servidor público, en una evocación neoporfirista que proclama más administración y menos política.
Competencia dispareja, se asentó líneas arriba, pues para el sol azteca era muy fácil, aunque falto de elegancia, desbordarse en piropos para su circunstancial jefe político genérico, Mancera (quien ni siquiera ha aceptado afiliarse a tal partido casi huérfano). Teóricamente difícil le sería al PAN, en cambio, soltar aplausos para el mencionado jefe de gobierno, aunque los representantes de la organización albiazul (sobre todo Jorge Romero) terminaron haciendo adivinables malabares para terminar felicitando y “reconociendo” la labor de su nuevo compañero de camino.
Además de la trinidad frentista, estuvo Luis Castro, dirigente formal del Partido Nueva Alianza, Panal que fue de la elbeja reyna Gordillo, ahora sometido a directrices marcadas por el PRI, como pieza recuperada. Varios gobernadores, entre ellos el debutante Alfredo del Mazo; presidentes de municipios a los que Mancera ha regalado patrullas chilangas; y el roquero inflable, Juan Zepeda, de Nezahualcóyotl. Ah, también, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.
El ensueño de Manceralandia tuvo como contrapartida el discurso de César Cravioto, a nombre de Morena, el partido que no pudo en esta asamblea legislativa traducir en poder los votos mayoritarios que recibió en la pasada elección. Una crítica a fondo de la mendacidad de esta administración capitalina, en una intervención que excedió en seis minutos el tiempo establecido para esos desahogos oratorios, a tal grado que, habiéndole hecho dos exhortaciones a que terminara de hablar, la directiva de la asamblea ordenó que el micrófono fuera silenciado.
En algunas ciudades del país se realizaron actos en demanda de justicia en el caso de Mara Fernanda Castilla, la joven veracruzana que estudiaba en Puebla y fue asesinada luego de viajar en un servicio personalizado de automóviles. Marchas, plantones, pintas, mantas, consignas, sepelio y expresiones varias formaron el cuerpo de una manifestación de protesta que, entre otras demandas, exigió la declaratoria de una emergencia nacional por el asesinato de mujeres.
Lo sucedido con Mara Fernanda Castilla ha fortalecido el fundado temor de mujeres mexicanas ante las agresiones que de la verbalidad obscena y el acoso de tipo sexual pueden pasar a la violación y la muerte. Ya no basta el uso de un servicio de transporte supuestamente seguro, el de las firmas Cabify y Uber, como idealizado mecanismo de protección, aunque fuera a un costo distinto a lo tradicional. Tampoco funcionan los sistemas de activación de investigaciones policiacas, pues son tardados, indolentes y, con frecuencia, infiltrados por los mismos delincuentes.
La impunidad y el quiebre del sistema de procuración e impartición de justicia están en el centro del drama cotidiano que se vive en México. Salvo casos de alta exposición pública, como el acontecido con Mara, los agresores suelen ser beneficiados por la falta de controles técnicos y la abulia en procuradurías y en agencias del ministerio público que solo suelen avivarse mediante inyecciones de dinero que, sin embargo, tampoco garantizan desenlaces aceptables para las agredidas y sus familiares.
Astillas: El asunto del #FiscalCarnal ha entrado a remodelación. El PRI ahora ofrece mejorar en el Senado las características y funciones de la Fiscalía General de la Nación, que deberá sustituir a la actual Procuraduría General de la República. Según la engañosa propuesta, rediseñado que fuera el producto, obligado por la letra legal a hacer las cosas bien, lo de menos sería quien se encargara de administrarlo, aunque fuera el candidato de Los Pinos, Raúl Andrade Cervantes… La violencia en el estado de Guanajuato sigue sin freno, mientras el gobernador saliente, el panista Miguel Márquez Márquez, dedica su mayor esfuerzo a tratar de tejerse algún futuro político después de que en 2018 deje el cargo… El gabinete de Alfredo del Mazo en el Estado de México, con nueve legisladores, federales y locales, que han solicitado licencia, además de funcionarios de probada experiencia en el manejo “clásico” del erario, pareciera mostrar una intención electoral hacia 2018, y no solo en esa entidad… ¡Hasta mañana!