¡Paguemos más por menos! El Instituto Nacional Electoral, encabezado por el racista presidente del consejo, Lorenzo Córdova Vianello, un gerentito sin bandera ni raigambre nacionalista, ha decidido aumenta más su presupuesto hasta redondear, con un alza de un 1.8 por ciento, once mil 232 millones de pesos, pese a que en 2017 no se realizarán elecciones generales en todo el país sino sólo en tres entidades del país: Estado de México de peña, Coahuila de los Moreira y Nayarit de Sandoval Castañeda, entidades bajo controversias serias y serias condiciones de violencia con alianza, en los dos últimos casos con seguridad, respecto a las principales mafias del narcotráfico. No es novedad, tristemente.
Tenemos por tanto, siguiendo los promedios presupuestales, que el sexenio administrado por los peñitas, sin la autonomía pretendida subrayo, el INE erogará algo así como sesenta y seis mil millones de pesos cuando menos. Acaso se justifica el gasto cuando los partidos, como el Verde que se dice autónomo del PRI en presencia de Miguel Ángel Osorio Chongo, quien así combate a sus malquerientes del gabinete presidencial –léase Luis Videgaray Caso y sus testaferros–, están listos a mudarse por donde mejor corran los cauces para salvar los negocios familiares, entre ellos los de los González Torres y González Martínez. Dan ganas de vomitar.
Mientras llega el 2018, los gastos suben y suben pero se aprieta las aspiraciones de los independientes a quienes se exige mayores requisitos que si se trata de fundar un nuevo partido político, para inhibiros y anularlos. Sólo cuentan los “hijos… del sistema”, quienes, en el caso de la izquierda sobre todo, son INCAPACES de defender los sufragios emitido a su favor; ya van dos elecciones al hilo, cuando menos. En pocas palabras mientras el órgano destinado a arbitrar las elecciones esté repugnantemente maiceado, ¿quién se atreve a entregarle su confianza?
