Los priistas de Quintana Roo tendrán que ponerse bien truchas, avisparse pues, si no quieren que su aliado, el PVE, les coma el mandado, ahora sí de una vez por todas, no sólo en Benito Juárez, sino en Quintana Roo.
Y es que verdaderos traidores a la causa tricolor, operan ya para que Remberto Estrada siga brincando escalones, es decir, aún no ocupa la presidencia municipal de Benito Juárez y ya lo perfilan para senador en el 2018, y de ahí, para gobernador de esta entidad.
Estos traidores, que se dicen priistas, pero operan para otros partidos, argumentan que “ese es el deseo del Niño Verde”, conocido también como Jorge Emilio González Martínez, dada la cercanía de éste con Remberto y la amistad íntima con Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, se les olvida un detalle, pues resulta que para fines de 2018, Peña Nieto será un civil como cualquiera y será también el ex presidente más repudiado en la historia reciente de este país, además que sin duda entregará el poder a un partido diferente.
Pues aún así, estos gangsters de la política ya operan, valiéndoles madre que por culpa de ellos mismos el PRI perdió en junio pasado. Pareciera que su misión es despedazar (más) al priismo en Quintana Roo.
Es hora de que los verdaderos tricoleores rescaten al partido del secuestro en que se encuentra, que recojan el tiradero que dejaron y trabajen por el otrora partidazo.
Ya vieron que ese cuento de que “sólo con los votos que da el PVE, el PRI puede ganar”, es una falacia. Al PRI con su estructura, nadie lo detiene. Pero si sigue como lo ha hecho desde hace más de 10 años, ni con el Verde ni con el Panal ni con nada ganará, y menos aún si entrega las candidaturas a otros partidos.
