En las últimas décadas, los mexicanos nos hemos vuelto expertos en denunciar a través de los medios de comunicación sobre las infamias acaecidas en cada sexenio, se habla sobre el tema en ruedas de análisis que los politólogos, expertos en la materia, realizan. Se comenta en las columnas de los periódicos, en las sesiones de radio y en muchos cafés donde las personas se sientan a destrozar aún más la mierda de nuestra política.
Todo mundo se jacta de mencionar que los gobernadores son unos ratas gigantescos, que se llevan sus costales atiborrados de billetes, que adquieren inmensas propiedades aquí, allá y a cuya; se sabe de la vida de excesos que se dan y lo más terrible, su mismo gabinete está metido hasta el cuello pero, no hay abogado ni juez capaz de meterles en cintura ¿Por qué?
Las razones pueden ser variadas, entre las más fuertes se puede mencionar que hay una clara complicidad entre unos y otros; no por algo a los ministros de la Suprema Corte de Justicia los propone el mismísimo presidente de la República, y hasta llega a elegirlos directamente; pudiendo entonces entender la dinámica de la justicia en éste país; por otro lado, se puede pensar que los encargados de impartir justa justicia, se encuentran amenazados por éstos grandes mafiosos y por ello les es imposible hacer que paguen sus desfachateces.
Sin embargo, es claro que por una u otra razón o por las que usted guste pensar, no se les pone la mano encima a los llamados políticos corruptos, no se les obliga a regresar lo sustraído y mucho menos se les encierra donde deberían de estar: la cárcel. ¿Acaso son Los Intocables? ¿Recuerda ésta serie del pasado?