Aún cuando la Procuraduría General de la República (PGR) le ha quitado un enorme peso a la Fiscalía del Estado, al absorber el tema de las demandas contra Roberto Borge, dada la delicadeza del caso, cuyo desenlace corresponde única y exclusivamente al Ejecutivo Federal, el abogado del Quintana Roo, Miguel Angel Pech debe dar soluciones urgentes a tantos crímenes que se han suscitado en este año.
Tan sólo en Cancún se han contabilizado ya 20 asesinatos, lo que representa poco más de dos casos a la semana, en promedio, y hasta el momento no se ha esclarecido uno solo de ellos.
Esto quiere decir que la impunidad atraviesa su momento más álgido en la entidad y da rienda suelta a los delincuentes para seguir ultimando a la gente que le estorba, sin temor alguno y sin mayores consecuencias.
Tiroteos a sus propias oficinas de Cancún han pasado por alto, lo mismo la masacre en un antro de Playa del Carmen, también los descuartizados, quemados, entre muchos otros, no han pasado más allá de ser simples expedientes sin una solución.
Cierto es que la violencia se ha desatado como nunca antes en esta entidad, pero lo que es peor es que ningún caso ha sido resuelto y los homicidas siguen en la calle portando armas y amenazando a la sociedad.
En tiempo de que el Fiscal General del Estado rinda un informe ante el órgano legislativo y dé a conocer la razón de tanta ineficiencia e ineficacia.
Ni un solo homicidio puede quedar impune y los responsables deben ser sancionados con todo rigor.
La población exige respuestas contundentes, de lo contrario la gente continuará amenazada, en una psicosis que también atenta contra la actividad motora de la entidad, como es el turismo, principal fuente de riqueza y empleo.
