Hace tiempo se decidió construir sobre la avenida Luis Donaldo Colosio (Boulevard Aeropuerto), dos pasos a desnivel para que la afluencia automovilística fuera fluida, rápida y así evitar situaciones que demorarán no sólo a los trabajadores de la zona sino también, a los turistas que hacen uso de tal zona en su tránsito hacia la Riviera Maya.
Si bien en un principio fue bastante difícil, ya que la construcción misma requería tiempo y espacio para llevarse a cabo, al finalizar se pudieron notar las ventajas. Sin embargo, con el paso del tiempo, y como si fuera ya predestinado en nuestra Patria, algo tenía que salir mal. El desnivel que se ubica a la altura de la entrada al ejido de Bonfil, de manera sistemática ha venido exponiendo las carencias que se tuvieron en su construcción. Las causas pueden ser diversas: los arquitectos e ingenieros encargados estuvieron faltos de los conocimientos que todo profesional debe dominar para llevar a cabo tal obra; que, durante su creación, se presentaron una serie de latrocinios por parte de los encargados de la obra, que llevaron a no utilizar los materiales de la calidad requerida; y finalmente, que el gobierno era el de Borge, el reo cautivo en Panamá.
Lo peor de este asunto, es que diariamente la carga vehicular es tremenda, que la necesidad de una vía despejada para aprovechar el tiempo y ganar dinero es tremenda, sobre todo en éste polo turístico donde el tiempo es oro.
El problema radica básicamente en el tipo de alcantarillas que se realizaron, tiro por viaje se tambalean, destrozando la base de mala calidad que se les hizo y terminan tronándose, provocando el cierre del carril y posibles accidentes. Todo mundo sabe que fue una obra donde se hicieron negocios a favor de los poderosos de ese momento, todo mundo entiende que la obra es de pésima calidad ya que las paredes sufren escurrimientos a razón de…quién sabe qué.
El problema mayor es que ningún ciudadano sabe a dónde acudir para demandar una solución real, ningún ciudadano sabe si al iniciar una demanda contra la administración responsable, se pueda ganar y lograr que se arregle de forma real, ningún ciudadano cree ya en las autoridades y lo único que queda es pasar la mala y destrozada vía con precaución, midiendo que las llantas no queden ensartadas y la vida vaya de por medio.
Si usted es de los que tiembla al pasar por este camino, pare de sufrir ya que tendrá algún reparo y podrá circular libremente, pero en un mes o dos, volveremos a lo mismo, finalmente, ya estamos acostumbrados.