Lo que han sido HIGA, de Juan Armando Hinojosa Cantó, y OHL, con presencia en veintiséis países e inyecciones de capital español, para la administración peñista, lo fue TRADECO, fundada en 1993, por Federico Alberto Martínez Urmeneta, de prosapia panista durante la triste y baldada gestión de calderón con todo y su cóctel Margarita en las célebres tardeadas de Los Pinos.
Por lo pronto, casi cuatro años después de su inicio, el régimen de peña nieto, tan “pulcro” en materia de concesiones e inmobiliarias, decidió vetar a esta empresa por cuanto a sus conexiones, bastante visibles y por ende evidentes, con el gobierno del señor calderón, quien ha sabido ocultar sus propiedades inmensas, ranchos y casas. Lo mismo hizo el señor de la madrid, como acusó su predecesor lópez portillo, cuando éste se quejó de los insultos recibidos por la edificación de sus casas de Cuajimalpa:
La perspectiva exacta de la corrupción. Es más hábil quien se esconde no aquel que, sin rubor, se muestra. Y en este sentido, calderón resulta bastante mejor que su sucesor porque peña no ha sabido esconder, por lo menos así lo suponemos, una migaja. Y el cóctel Margarita, en cambio, quiere volverse a ocupar de Los Pinos siguiendo el síndrome Hillary y la pandemia argentina Evita.
En la efeméride de hoy, con la cual se inician los festejos patrios –que debieran ser una bofetada para peña y sus corifeos–, se recuerda a los Niños Héroes que cayeron bajo el fuego de los invasores estadounidenses. Y de ellos surgió el grito, considerando el color de los uniformes mancillados por la prepotencia y la fuerza bruta:
–¡Green go home! –“¡Verdes váyanse a casa!”-.
Los gringos también recuerdan a los “boysheroes” sumando sólo a los seis conocidos olvidándose de cientos más, como el yucateco ilustre Juan Crisóstomo Cano y Cano. Cada entidad recuerda a uno o dos más de los caídos. Y los norteamericanos sólo recogen los hechos sin el menor pudor ni la mínima señal de disculpas. Es el otro lado de la moneda.
