“Que no quede un resquicio de nada que tenga que ver con Borge”. En ese tenor se ha manejado el actual gobierno estatal y con esa orden, de inmediato se arremete contra cualquier priista que asome la cabeza.
Ya son dos: Primero fue Fredy Marrufo, contra quien apuntó toda la artillería, luego de ser designado por el gobierno federal como delagado de la Sedatu en Quintana Roo, para “de pronto” aparecer un juicio político en su contra presentado por la innombrable alcaldesa de Cozumel ante el Congreso.
Y ahora se dice que se ha girado una orden de aprehensión contra Hugo Favio Bonilla, por pretender hacer válida la suplencia que aún tiene como Auditor Superior del Estado, luego de la renuncia de Javier Zetina.
Tanto Fredy Marrufo como Hugo Favio Bonilla son dos personas relacionadas con el ex gobernador Roberto Borge, y de ahí surge tanta saña en su contra.
En el primer caso, el gobierno estatal reclamó al enterarse del nombramiento del delegado de Sedatu, y cuestionó por qué no se le pidió su opinión al respecto.
Después se supo de una demanda de juicio político en contra de Marrufo, que fue aceptada e ingresada por el Congreso del Estado, en manos del PAN y PRD.
El caso de la Auditoría, la situación se agrava aún más, ya que “Javicho” Zetina presentó la renuncia al cargo por presiones, dijo, contra su persona, contra su familia y su patrimonio.
Al gobierno le urgía la dimisión de Zetina, pero se topó con que su suplente es Hugo Bonilla, por lo que postergó la decisión de Javicho, mientras intentaba persuadir al suplente para que rechazara el cargo. Ante la negativa de éste, hoy surge una orden de aprehensión en su contra.
Esas son las nuevas formas de hacer política en la entidad, ese es el cambio del que tanto se habló.