Paradojas de la vida o cosas que sólo se ven en México.
Ahora resulta que aquel zar antidrogas, el mismísimo perro feroz enviado por el entonces presidente Ernesto Zedillo para perseguir a Mario Villanueva Madrid, Mariano Herrán Salvatti, es el abogado del ex gobernador y su labor será ahora la de conseguir una prisión domiciliaria y después su plena libertad.
Y qué mejor para Villanueva Madrid que este personaje sea su defensa, pues nadie como él sabe a la perfección lo que hay en el fondo de la olla, conoce los expedientes como la palma de su mano y sabe muy bien que se trata de un preso político, a quien él mismo le inventó una serie de delitos que jamás le han podido comprobar.
-Señor juez, todo lo que dice el expediente es falso!!
-¿Ah sí? ¿y usted cómo sabe?
-Por la sencilla razón que yo lo elaboré, que yo lo inventé por presiones del entonces Presidente.
Quizá ese sería parte del diálogo si es que se reabriera el juicio, pese a que ya existe una sentencia, lo cual se antoja difícil, pero no dejaría de ser interesante.
Y es que Herrán Salvatti sería la pieza clave para demostrar que Villanueva es un preso político, un capricho de un ex presidente rencoroso, que no tuvo empacho en humillar y desbaratar la vida de una persona, sólo porque ésta siempre lo consideró “un pendejo”.
Ayer aterrizó al fin en México el gobernador Villanueva, tras 15 años en prisión, de los cuales casi seis en Estados Unidos, y fue trasladado a un nuevo penal, en donde habrá de purgar más años tras las rejas.
Sería bueno que el presidente Enrique Peña Nieto le echara un vistazo al caso del ex gobernador y, si así lo considera, otorgar el indulto. Así ganaría muchos simpatizante, al menos en Quintana Roo.
