¿Y si entrega los departamentos, las casas, los zapatos Valentino, las bolsas de lujo, las alhajas, el anillo de compromiso varias veces aventado, quedará en libertad Gabriela Medrano?
A seguir de cerca el caso de la amante de Javier Duarte, Xóchitl Tress, ya en prisión preventiva por dos años… que podrían desaparecer si entrega todas las propiedades. Temas del nuevo sistema acusatorio.
La señora Tress cometió errores que repiten las “amantes del poder”. En su ambición quiso espacios públicos, ser funcionaria del gobierno, y ahora ese es el punto de su vulnerabilidad porque puede ser acusada de enriquecimiento ilícito. Lo que no han logrado contra Karime Macías, la esposa de Duarte.
Tres casas, dos departamentos, una camioneta último modelo, más lo que se acumule. Además de haber sido candidata a diputada local por el PAN, y por lo visto muy codiciada por otros señores que también se apuntaron…
Viuda para completar el personaje, cabello largo, varias cirugías plásticas, lo pertinente.
Asombrosamente hay voces que defienden a la señora Tress, cuyo nombre salió a relucir en la audiencia ante el juez de Javier Duarte en días pasados, por el testimonio de Juan José Janeiro, a quien el gobernador de Veracruz ordenó comprar para ella el primero de los departamentos, en la Ciudad de México, y una camioneta… obviamente con dinero del presupuesto público.
¿Qué pasaría si se diesen a conocer ante la autoridad los 300 mil pesos mensuales para los gastos de la “güera”, estuviese o no peleando con el gobernador? ¿Era mucho o poco dinero para sus ambiciones? El departamento de Cancún que se le amuebló, incluidas las cortinas anticiclónicas, las placas de taxis para su papá, hasta dónde sumamos…
La señorita Medrano, supongo que, para mortificar a la esposa, tuvo a bien magnificar sus lujos. Ahí están los testimonios, subidos a redes sociales por ella misma, de sus viajes en aviones particulares, de los hoteles de lujo, de las compras millonarias, de la casa en Sian Kan… ¿Cuánto es mucho o poco dinero del erario público?
Para colmo de males le hizo la vida de cuadritos, le dio de patadas un día sí y otro también al que pagaba todo. Y, obvio, ni en sueños ha ido a visitarlo a Panamá.
Su problema, como el de Xóchitl Tress, es que tuvo un cargo de elección popular, que está sujeto por ley al escrutinio público y legal. Es decir, a diferencia de la esposa, ella tendrá que dar cuentas de sus riquezas, explicarlas, enseñar los impuestos que pagó, mostrar las facturas o recibos que dio por sus “trabajos”. Tiene que justificar sus riquezas tan manoseadas en redes sociales.
¿Se vale?
Siquiera se hubiese portado bien con su protector. Siquiera, un mínimo de sentido común, lo hubiese dejado atender los asuntos indispensables. Su violencia, como medio de presión para obtener más privilegios, hizo tanto daño a tantos.
Las “amantes del poder” tendrían que aprender la lección. No hay impunidad a priori ni para siempre. Cuando ellos caen, las esposas siguen en su casita, ahí donde aguantaban toda la ignominia, ahí donde tenían que tragar mierda todos los días. Cuando ellos caen, también ellas caen, y en muchos casos van a la cárcel incluso antes que ellos.
Xóchitl va a devolver las casas, los departamentos, lo que puede para intentar seguir el juicio en su contra en libertad, para no ir a la cárcel… ¿Qué sigue en Quintana Roo?
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