Contra la inseguridad, contra la violencia, no se puede tener medias tintas ni tibiezas. Se requiere de mano firme y de una estrategia bien instrumentada entre las fuerzas armadas y las corporaciones policiacas.
Lo que está sucediendo en Cancún no se había visto nunca. El gobierno municipal anterior dejó esta mala herencia, y por ello las autoridades actúan de manera inmediata.
El gobierno de Benito Juárez, las fuerzas armadas, la PGR y la Fiscalía del Estado están dispuestos a sacar el pecho para rescatar este que es el destino turístico más importante de México, el que le genera miles de millones de dólares al año y brinda esperanzas a miles de familias que llegan aquí en busca de una mejor calidad de vida.
Los hechos ocurridos la noche del pasado martes en dos bares de las regiones 92 y 219 dan cuenta de la extrema violencia, y representan apenas un esbozo de la terrible situación que se ha desatado desde hace al menos medio año en esta ciudad.
Para el alcalde Remberto Estrada la seguridad es su prioridad y todos los cancunenses tenemos la obligación de cerrar filas en torno a él y a las corporaciones policiacas para abatir este grave, gravísimo problema.
El mismo munícipe hizo referencia de que este lunes sostuvo una reunión con las autoridades federales y estatales en materia de seguridad, “ya que es un tema que nos ocupa y la coordinación mixta nos va a permitir dar resultados y desarticular estos hechos que nos afectan para la ciudad segura que queremos”.
Esta es la gran tarea que tienen los tres órdenes de gobierno: Desarticular los grupos delictivos que operan en la ciudad, pues de lo contrario, Cancún vería afectada su imagen de la cual vive y que es internacionalmente reconocida.