Caray, es muy triste comprobar que esta ciudad cada vez está peor, que como comunidad llegamos ya a niveles de descomposición que difícilmente puedan superarse…darse cuenta que tanto ciudadanos como autoridades nos bestializamos cada día más…
No sorprende mucho de una comunidad cada vez más desilusionada por la apatía y la corrupción de las autoridades que debieran servirle, ni de la ignorancia de las masas que es ya una constante, atizada esta vez, por el monstruo en el que se han convertido las redes sociales…
De quienes si escandaliza y demasiado, es de las autoridades encargadas de promover el orden, en especial, de las municipales, a quienes en, por su carácter de preventivas recae la mayor responsabilidad del caso del ciudadano caucásico avecindado en esta ciudad de Cancún y que fuera “linchado” con la plena complacencia de los responsables de la seguridad en esta ciudad…
Y no es que este despreciable individuo no mereciera un castigo ejemplar, sus manifestaciones públicas de odio y racismo para los ciudadanos del país en el que se le daba cobijo como residente, no fue no sólo odioso, sino muy poco inteligente, y a todas luces pedía una respuesta punitiva…
Pero esta respuesta punitiva estaba obligada a darla la autoridad, en el nivel que correspondiera, llámese municipal por desórdenes en la vía pública, ministerial por agresiones y amenazas, procuraduría general por sectarismo, migración por conductas indeseables de extranjeros residentes, o a quién correspondiera, el caso es que en su inutilidad, incapacidad y “valemadrismo”, todos escurrieron el bulto y permitieron que la chusma ( y no me refiero a la misma como un término puramente peyorativo sino en su correcta acepción ) protagonizara este capítulo “fuenteovejunezco” y tomara la justicia en mano propia…
