Una recesión va avisando de su llegada, las condiciones mismas de nuestro diario vivir nos van avisando: encarecimiento de los productos de consumo básico, de los no básicos, de los transportes, de la vida misma en sí. ¿Alguien se percata de ello?
La problemática, sin embargo, es que la gran mayoría de la población no se percata de lo que se puede obtener con una recesión. Es por ello que se debe dejar en claro que cuando el sistema económico se ve disminuido en su Producto Interno Bruto (PIB), las fuentes de trabajo se ven afectadas y con ello la entrada de dinero al seno familiar, y es entonces que las familias, el estado y el país entero tienen que dilucidar en encontrar una nueva ruta a seguir para satisfacer las necesidades.
Una buena fórmula para combatir parcialmente una recesión futura es solidarizarnos con las industrias nacionales, si bien el juego de la economía es rudo y con la globalización se ha tornado más espinoso, no por ello no podremos hacer algo por y a favor de; por ello la importancia de apoyar a las industrias mexicanas, permitiendo una fortaleza ante el exterior; si nos fijamos en el discurso del Payaso Trump, nos daremos cuenta que en cierta forma esa es su expectativa para su país: mantener sus industrias fortalecidas, entonces ¿Por qué nosotros no? Vigorizar nuestras industrias, cualquiera que éstas sean es ¡De mexicanos!
Vienen fechas especiales donde todo mundo piensa en regalar pero que las falsas ilusiones no trastornen su pensar y establezcan un plan de acción para prevenir y solidarizarnos con nuestra Patria, finalmente, en ella vivimos, de ella comemos y aquí están nuestras raíces.
¡A comprar lo hecho en México!