Es claro que una planeación urbana así como cualquier tipo de planeación que haga todo ser humano, es el claro reflejo de su forma de ver la vida.
Retomando la famosa Av. FONATUR, podemos percatarnos que es angosta, encimada y complicada y que además en determinado momento se llega a otro nuevo reducto; proyección de mentes sin ideales, sin organización precisa, sin visión al futuro.
Entonces tenemos la llamada “Prolongación La Luna” casi a la altura del Colegio Pedregal, desembocando a una calle improvisada que con el tiempo se ha convertido en una verdadera calle y está a un costado de un famoso OXXO que sirve de referencia pues carecemos de una nomenclatura en las calles y avenidas. O que tal el enlace de la Av. FONATUR con la Av. HUAYACÁN que resulta ser una irrisoria callecita que con problemas para doblar en uno u otro sentido y además teniendo en la esquina a un restaurante-Bar llamado la Retro Chapería que ocupa parte de la esquina estorbando la fluidez.
Finalmente podemos percatarnos que las estructuras mentales de quienes diseñan la vialidad de una ciudad, de nuestra ciudad, son de visión muy reducida. Y quienes tienen después la oportunidad de arreglar el desbarajuste, tampoco lo hacen; ya que atreverse a expropiar para ampliar avenidas ah hoc a una ciudad de nuestro nivel, seguro que implica perdidas económicas para los mezquinos servidores públicos que no tienen tampoco claras estructuras mentales de primer mundo.
Como diría Cristina Pacheco: “Aquí nos tocó vivir” y no habrá cambios hasta que transformemos nuestras estructuras mentales y entonces nuestra vida urbana cambiara. ¿Usted cómo ve la vida, la ciudad?
