Es increíble la cantidad de personas que han discutido sobre la nueva y ampliada Ley de Convivencia de la Comunidad LGBT (Lésbico-Gay-Bisexual-Transgénero).
Lo interesante sería que los legisladores crearan una nueva ley de “Procreación y responsabilidad para heterosexuales” donde los que se disponen a ser padres ya sea de forma planeada o por casualidad, consideraran las siguientes situaciones bajo las cuáles se pudiera engendrar y que en caso de ser violadas las nuevas ordenanzas, sufrieran el castigo correspondiente conforme a derecho; Primero, debería de ser exclusivamente bajo la unión civil pero jamás bajo la unión libre, ya que las ventajas serían muchas: por un lado los chicos tendrían garantizada la asistencia de salud así como la pensión alimenticia en caso de un divorcio.
Segundo, si hubiere un divorcio, la madre no tendría que iniciar un juicio por pensión alimenticia pues al ser una obligación de los progenitores, el padre deberá continuar de manera automática con estos servicios (alimento y salud) para sus críos.
Tercero, debería de ser obligatoria la prueba antidoping antes de contraer matrimonio, y si alguno o ambos de los involucrados fuere adicto, inmediatamente quedarían vetados de poder traer niños al mundo; se ha comprobado que los hijos de padres drogadictos traen en su ADN disposición a consumir en algún momento de su vida drogas, y por otro lado, también está comprobado científicamente, que los niños procreados bajo éste influjo, presentan situaciones de conducta o aprendizaje con ciertas problemáticas y que a lo largo de su vida les afectará.
Pero no queda todo en estas primeras consideraciones ¿Qué más se prohibiría?
