Quintana Roo es una potencia turística. La razón es simple: la naturaleza nos favoreció. De sur a norte podemos encontrar bellezas naturales al por mayor, no es coincidencia que los mayas hayan escogido estos territorios; el alimento abunda en el precioso Mar Caribe, las tierras son fértiles y la flora y fauna son vastas.
Lo que aconteció en estos días en Mahahual aunque no es algo nuevo es sencillamente inaceptable, los quelonios son sacrificados para robarse los huevos y comercializar su carne! Es una especie en peligro de extinción, hermosa por sí sola. La avaricia de unas cuantas personas no puede ser tolerada y debe ser castigada con todo el peso de la ley, afecta a todos.
Agredir a la naturaleza en Quintana Roo es condenarnos a un futuro incierto y debe ser tratado con toda seriedad por las autoridades, es el futuro de nuestras próximas generaciones. Si queremos un estado próspero, como lo ha sido hasta hoy y para nuestras generaciones venideras, debemos empezar por el principio: CUIDAR NUESTRA NATURALEZA.
Existen empresas transnacionales como Calica que han devastado áreas naturales donde habita otra especie en extinción como el jaguar, además de que en la misma zona existen áreas con restos fósiles de la era del hielo como lo dejó ver Carlos Underwood en su documental “Erosión”.
La actividad minera llevada a cabo por esta empresa afecta también la extensa zona de cavernas subterráneas que cruza Quintana Roo, pues las explosiones causan derrumbes en estos cuerpos de agua.
Quintana Roo, sus gobiernos y sus habitantes tienen una deuda con la madre naturaleza y con el mundo entero, lo mínimo que podemos hacer para pagarles es cuidarla y conservarla sobre cualquier interés privado que pudiera existir ahora o en un futuro.
Los grupos de sociedad civil organizada en pro del medio ambiente han luchado en favor de TODOS y de no ser por ellos el deterioro a nuestro entorno posiblemente sería mucho mayor que el que hasta hoy tenemos.
La lucha ambientalista en nuestro estado debe ser considerada una lucha de todos los que lo habitamos y los que lo habitarán. Debemos poner nuestro grano de arena, no consumir productos como huevos de tortuga o su carne contribuye mucho, recordemos el principio de la oferta y la demanda.
Ya los ambientalistas han tenido logros importantes, como los integrantes de Salvemos Tajamar, quienes tras una intensa lucha que llegó a los tribunales lograron que se revirtiera el desarrollo inmobiliario que Fonatur pretendía edificar en la zona, hábitat de varias especies animales.
