Un hecho. En las redes sociales andan circulando unos videos comprometedores del señor Remberto, en donde se vincula a personas involucradas en el crimen organizado, ¡Eso es una vergüenza!
Pero era de esperarse. Ya lo había dicho. Se encuentra en el ojo del huracán y su reputación dista mucho de ser la de un Alcalde de Diez. Lo cierto es que en muchas esferas sociales dentro de Cancún, es bien sabido desde hace ya algunos años del desprestigio que traía arrastrando el caballero, y es que en esta vida es imposible servir a dos señores, pues con uno de ellos queda mal. Un hombre que se la vive en fiestas y se divierte no está mal, no es condenable, cada quién tiene derecho pero, cuando se trata de un servidor público que quiere ocupar elevados cargos en la política municipal o estatal, las cosas entonces cambian.
Es bien sabido que al Alcalde de Diez, no es el político que todos esperaban, tiene carencias de diez, antecedentes de menos diez y enredos que le equivalen a estar completamente reprobado en cualquier cargo. La situación, no es si debería de cuidarse más de la cámara, hoy en día es imposible pues cualquier celular ya es un instrumento que puede convertirse en tortura, en denuncia visual inmediata y ser viral en las redes. La situación es que todo parece indicar, que la gente de éste municipio le dio su voto, pero, ¿Habrá sido así? Con los últimos videos queda la duda de un voto legal, más bien nos induce a pensar que ante tantos “peces gordos” rodeándole, tuvo que haber habido una mano amiga que le brindó el puesto y la oportunidad de seguir los pasos de quienes ahora están siendo investigados por la justicia.
¿Seremos un Municipio de Diez?