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septiembre 30, 2024

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La Ford (primera parte de dos)

En 1940 México inició una carrera desenfrenada por lograr su industrialización, reducir las importaciones de manufacturas, alentar el comercio y promover el consumo interno; los momentos mundiales así se lo exigían y era imposible quedarse rezagados ante el empuje por parte de las grandes potencias. Fue así como se inicia el famoso Milagro mexicano y la sustitución de importaciones. Por ello fue necesario generar un mercado cautivo para garantizar al industrial incipiente que el producto fuera adquirido sin reservas por los connacionales; las empresas en su mayoría eran nacionales, teniendo prerrogativas para que de ésta manera la oferta laboral se incrementase y con ello la economía creciese.

Con el trascurrir del tiempo las nuevas políticas económicas se hicieron presentes en nuestro país hasta llegar a lo que vivimos y sufrimos: el Neoliberalismo; ese sistema que hizo que las economías del mundo se volviesen globales, que los productos pudiesen danzar de un lugar a otro y las barreras arancelarias fueran casi nulas, ese sistema que permitió que el mundo entero se mantuviera más cerca unos de otros y pudiésemos conocer de culturas lejanas a través de sus productos.

Con el Neoliberalismo las empresas buscaron situarse donde la oferta salarial pudiera ser excelente para que así ellos se generaran ganancias exorbitantes, produciendo fuera de su país y vendiendo a todo el orbe.

Entre las pocas industrias extranjeras que se establecieron en México antes del Milagro mexicano fue precisamente, FORD; una automotriz que lleva 90 años en México. Y hoy ya no invertirá más en nuestro país ¿Estaremos regresando a algo parecido del mercado cautivo?

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